14 abr 2012

Regla de los tercios

Hoy quiero hablaros sobre la regla de los Tercios que creo que es bastante desconocida, aunque estoy seguro que en algún momento habréis escuchado hablar de ella o al menos visto en algún lugar, hablaremos sobre esta famosa y útil técnica, así como también de su función y el cómo utilizarla para que de esta forma tengáis una mayor idea en el momento de que encuadréis una fotografía.

Esta técnica no sólo es para la fotografía, pues ya la aplicaba yo cuando pintaba, pues también es usada en las artes plásticas, ya que nos dice la forma correcta de componer nuestro trabajo y de ordenar los objetos que salen en él.

Básicamente, nos dice que tenemos que dividir nuestra imagen, en nueve partes iguales, utilizando cuatro líneas imaginarias paralelas, dos de forma horizontal y dos de forma vertical... 
Nosotros la utilizaremos con mayor frecuencia en escenas como retratos, paisajes o bodegones, aunque prácticamente la usaremos con cualquier objeto o tema que queramos encuadrar. Guiándonos de los puntos que se forman en las intersecciones de las dos líneas verticales con las dos líneas horizontales, a los que llamaremos puntos fuertes o puntos de tensión. Esta regla nos dice que los elementos más importantes de la fotografía o bien, los que queramos que tengan mayor relevancia, tendrán que estar ubicados a lo largo de estas líneas o dentro de los puntos de intersección “puntos de tensión” ya que de esta forma lograremos hacer una imagen visualmente más agradable estéticamente a la vista del observador, debido a que estos puntos sirven de guía visual. 
Al principio será un poco complicado utilizar naturalmente esta regla debido a que la costumbre es centrar los objetos para darles más importancia y simetría, pero si utilizas las guías de pantalla o el visor de nuestra cámara te serán de mucha ayuda, ya que hoy en día la mayoría de los fabricantes de cámaras incluyen en sus menús unas lineas guía, con lo que si las tienes activadas te serán de ayuda para encuadrar tu foto.

La psicología también es muy determinante a la hora de que nuestra imagen sea mas atractiva visualmente, pues al ser occidentales y estar acostumbrados a leer de izquierda a derecha, el punto de interés más fuerte para el ojo es el punto D y el segundo más fuerte es el punto B (ver imagen superior), por lo que un objeto situado entre el punto D y B tendrá una atracción mayor, con respecto a todo en la fotografía. Porque nuestra vista leerá la foto empezando por el punto A, llevando el interés de la lectura visual, al siguiente punto haciendo una “Z” imaginaria, donde el final de esta estará enfocada nuestra atención por lo que, si colocásemos nuestro motivo principal en el punto “A”, simplificaríamos demasiado nuestro trabajo. 



En caso de tener dos objetos de interés, siempre es recomendable buscar dos puntos de tensión opuestos uno del otro y tratando (de ser posible) de generar una diagonal entre estos.




Tenemos también una variación de la regla de los tercios. Que es la Ley del Horizonte, esta variación es utilizada el caso de tomar una foto panorámica o de un paisaje y consiste en ubicar el horizonte en la línea inferior, a 1/3 para darle prioridad al cielo o en la línea horizontal superior, a 2/3 para darle prioridad al primer plano. 
Aunque las reglas para ser reglas han de tener su excepción, por lo que romperlas en ocasiones también nos pueden dar fotos “interesantes”...